Sentí la necesidad de escribir este capítulo en este momento en el que de la nada y sorpresivamente para mi, los mensajes directos por Instagram son cada vez más, y casi todos radican en lo mismo; NUESTRA FALTA DE AMOR PROPIO. Cuando permití que Esteban “me echara” yo ya no sabía que era ni dignidad, ni amor hacia mi, ni un sueño por cumplir, todo lo veía super oscuro, juraba que me quedaría sola, que ya no tendría una oportunidad más y que toda mi vida había terminado; la cama no me soltaba y yo tampoco ponía ni cinco de mi parte, solo quería cerrar los ojos y que todo terminara, no podía sentir más, el dolor me estaba ahogando. Ver a Alan, cómo de una manera tan fácil continuaba con su vida, sus fotos en la universidad haciendo su maestría, los fines de semana familiares, más las fotos de…