Rentamos una casa con Will, te lo juro, que no teníamos ni un colchón donde dormir, pero nosotros estábamos en modo “pa’ las que sea”, y estaban mis ángeles ayudándome, porque pudimos rentar una casa amoblada, lo cual en su momento fue de gran ayuda, aunque lo no tan bueno, es que nos echamos con la conchudez, y por un año, no sentimos para nada la necesidad ni la presión de comprar nada, de ese primer año, no te puedo decir que todo fue una luna de miel, teníamos buenos momentos, Will era un hombre muy responsable y buen proveedor, yo también trabajaba en un resort limpiando, seguía estudiando ingles – por mi cuenta con el acompañamiento de un gran amigo online -, Ana ya estaba en una nueva escuela, con la fortuna de que su maestra era una dulzura de persona, Helenita en casa, me ayudaba un montón mientras…